Durante varios años, Venezuela ha ocupado los puestos más bajos en materia de protección a los derechos de su población, tanto en América Latina como en el mundo. Por esa razón, no parecen sorpresivas las alertas de la Misión. No solo se han recopilado graves denuncias sobre la brutalidad de las fuerzas armadas contra los manifestantes, detenciones arbitrarias, irregularidades sobre los procesos judiciales y medidas de aislamiento del país en el acceso a internet, sino que este agosto se aprobó una ley para fiscalizar a las ONG del país.
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No hay democracia en ningún país con peso económico global. Tampoco hay un único poder económico ni un único objetivo.
La gran mayoría de seres humanos vivimos y aceptamos contribuir en el teatro montado por los poderes económicos. No tienes opción de escapar, si la guerra llega a tu nación deberás morir en las trincheras o ser asesinado por tus propios compatriotas por traidor.