Cansado de que nadie descifre a Krystos el código más famoso de los tiempos modernos, Jim Sanborn acaba de darle una nueva pista a el New York Times. El último de los cuatro mensajes incrustados en Kryptos ha desconcertado a los interruptores de código ya que el trabajo fue en 1990. El escultor, dio una pista de seis letras ("Berlin") en 2010, pero no condujo a una solución. Así que se ha ofrecido otra pista, ésta de cinco letras ("Reloj"). El cuarto y último paso, ha frustrado a miles de seguidores desde el comienzo.
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