Cada vez más fabricantes se apean de la tecnología de los motores diésel para sus modelos más populares, a la par que hacen pomposos anuncios sobre una invasión híbrida y eléctrica (electrificación) para la próxima década. Llegan con 20 años de retraso. Toyota tardó 10 años en Europa en llevar la tecnología Hybrid Sinergy Drive a su compacto superventas, Auris, y otros dos años para que llegase al Yaris. A partir de ahí sí que empezó una revolución, primero despacito, después llegó el momento en que no merecía la pena apostar por motores diésel