Vivimos en la época de la “postverdad” o “verdad emocional”, donde los hechos no tienen importancia sino lo importante es “cómo se siente” cada uno. ¿Por qué ocurre esto? El dar más importancia a las emociones que a los hechos es una característica típicamente femenina. ¿A quién le interesa más la vida privada de los políticos...? Relacionada:
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