Morirse siempre ha sido un buen negocio, más aún desde que se muere gente que antes no se moría. Si te llamas Ramón Vivo tienes dos opciones: 1. Abrir una tienda de frutos secos y variantes (o lo que sea) y 2. Poner a tu funeraria un nombre imaginativo y chispeante al estilo murciano, digamos Pichirichi.
|
etiquetas: funeraria , nombre , cementerio , ramón vivo , crematorio