Un empresario acudió dos días después de que las detenciones de enero para confesar que la compañía de marketing en la que figuraba como administrador había recibido de modo supuestamente irregular adjudicaciones de contratos por parte de la empresa pública. En su declaración aseguró que estaba recibiendo presiones por parte de dos socios. La Guardia Civil ya estaba tras la pista tras detectar en noviembre la participación en la compañía de una directiva de Acuamed casada con uno de los principales implicados.
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