No hay edad para el activismo y si la hay que se lo digan a Shirley y a Hinda (92 y 84 años respectivamente), las dos protagonistas del documental noruego ‘Two Raging Grannies’ (Dos abuelas furiosas). No hay edad, pero cuando llegamos a la vejez la cabeza nos va a pedales y qué decir del atasco de las cervicales, la ceguera, la artritis, el azúcar, la tensión, etc. Paradójicamente es en esa fragilidad donde gana fuerza la protesta. La gente joven tiene energía de sobra para hacer la revolución pero cómo será la determinación de estas dos...
|
etiquetas: abuelas , nunca tarde cambiar mundo havard bustnes cine