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Semmelweis, el mártir del lavado de manos

La Unesco reivindica la figura del médico húngaro que hace 170 años demostró que la falta de medidas higiénicas de los médicos transmitía enfermedades a sus pacientes
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El doctor al que metieron al manicomio por insistir en la importancia de lavarse las manos

El doctor al que metieron al manicomio por insistir en la importancia de lavarse las manos

En un mundo que no entendía los gérmenes, Ignaz Semmelweis descubrió y probó que lavarse las manos era clave para evitar la propagación de infecciones. Pero su historia no tuvo un final feliz.
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El Dr. Semmelweis, el médico pirado padre de la asepsia. (Audio)

Nieves Concostrina nos explica que el 16 de mayo de 1847 este doctor húngaro obligó a sus subordinados a lavarse las manos con agua clorada antes de atender cada parto. Ellos no estaban por la labor y se quejaron al jefe médico del Hospital General de Viena. Semmelweis fue despedido, pero no cesó en su empeño de demostrar la necesidad de la asepsia, hasta morir por la causa.
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Ignacio Felipe Semmelweis, un médico olvidado que ha salvado millones de vidas  

Hoy se cumplen 150 años de la muerte de Ignacio Felipe Semmelweis, internado en un sanatorio mental y prácticamente olvidado. Sin embargo millones de madres de todo el mundo le deben la vida.
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La teoría microbiana de las enfermedades

Historia de la teoría microbiana de las enfermedades infecciosas, en contraste con la teoría de la generación espontánea, la teoría miasmática, la teoría humoral y la de contagio. En dos artículos, primera parte eltamiz.com/2013/12/19/teoria-microbiana-enfermedad/ o www.meneame.net/story/teoria-microbiana-enfermedades-i
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Grandes científicos, grandes herejes

Antes de que sea demostrada y aceptada, una gran teoría puede ser sujeta a duras críticas y quien la propone puede ser rechazado, vilipendiado o convertido en objeto de burla. A veces una autoridad religiosa lo ataca; otras, sus propios colegas. Sea como fuere, hace falta una osadía especial para aferrarse a una idea que otros consideran claramente errónea. Algunos afortunados son reconocidos en vida, pero algunos sólo llegan a ser venerados póstumamente.He aquí cinco grandes científicos herejes.
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Científicos olvidados: La asepsia de Semmelweis

Lo que a día de hoy puede parecer una rutina médica: limpieza, higiene, desinfección de heridas, material esterilizado… no fue, para nada, el patrón seguido por los médicos de otras épocas. Es más, el simple hecho de lavarse las manos tampoco era en absoluto un gesto común en un hospital. Hace unos 200 años se pudo empezar a hablar de la medicina moderna, de los métodos de cirugía y de todo lo que a día de hoy tenemos como algo básico del mundo de la salud.
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Semmelweis: el frágil destino de los héroes verdaderos

Imaginemos al joven médico de 28 años (nació el 18 de Julio de 1818 en Budapest) entrando aquella mañana en el Allgemeines KrankenHaus, el Gran Hospital General de Viena. Retengamos la fecha: el 27 de Febrero de 1846. No hace demasiado tiempo, casi podemos tocarlo con los dedos de cuatro generaciones. Muchos de los edificios que actualmente nos fascinan de esa ciudad, tan exquisitamente luminosa por fuera como, en ocasiones, inquietántemente turbia por dentro, ya eran así de impresionantes hace 146 años. (...)
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El museo del Dr. Semmelweis

Un museo muy particular construido en la propia casa de este doctor del 1800 que viajó e investigó una misteriosa "enfermedad del parto" que hoy se la conoce como la la fiebre puerperal. Lo más interesante son las fotografías.
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Una obstinación que salvó muchas vidas

Ignaz Semmelweis, estudiante húngaro de medicina, observó que casi una de cada tres madres moría al dar a luz. En 1857 escribió sus conclusiones, que no fueron publicadas hasta 1861, y solicitó un permiso en el hospital para que, simplemente, se instalaran unos lavabos y todos los profesionales que atendieran a las parturientas se lavaran antes las manos con agua y jabón o en una solución con agua de cloro y desinfectante. Algo tan sencillo evitaría la muerte de muchas madres. Pero su descubrimiento chocó con los prejuicios de la sociedad.
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