La piel de Ariadna López está cuarteada desde que nació. De la cabeza a los pies, seca y agrietada, a veces enrojecida. La joven, de 21 años, sufre ictiosis arlequín, una extrañísima dolencia dermatológica provocada por una mutación genética que altera el proceso de formación de la epidermis. Se trata, como dice la etimología del propio nombre, de una especie de piel de pez, descamada siempre.
Cada día es un ritual de higiene imprescindible para Ariadna: se hidrata con cremas cada pocas horas, se ducha dos o tres veces si es necesario, se baña