En el año 1955 salió al mercado el Citroën DS, más conocido como "Tiburón", un coche que incorporó muchos de los sistemas de ayuda a la conducción que hoy ya son habituales, tales como la dirección, los frenos y el embrague asistidos hidráulicamente. El caso es que un joven francés correctamente vestido decide no pasar por el concesionario abonando el correspondiente precio y pretende afanar, apañar, llevarse, mangar, pillar, rapiñar o sustraer un "tiburón" con la mala suerte que lo hace en las mismas narices de su dueño.