Uno de los fondos más importantes es el "Óbolo di San Pietro", que son las donaciones que los fieles del mundo dan al Papa Francisco, llegando a los 80 millones de euros al año. Lo piden porque dicen que con él ayudan a los más pobres. He descubierto que ese dinero no se gasta, sino que está escondido en unas cuentas de la Banca Vaticana y el APSA, gestionado por la Secretaria de Estado y acumulando 400 millones de euros que son invertidos en los mercados internacionales, obteniendo beneficios y nunca lo dan a los pobres, en cambio lo gastan en