Braithwaite es uno de los tres asesinos de Ben Kinsella. En junio de 2008, el joven, de 16 años, fue brutalmente atacado por tres personas en el condado de Islington, situado al norte de Londres, por "falta de respeto". Casi dos años después, uno de los autores de los hechos se jacta desde la cárcel y se burla de la Justicia y la familia de la víctima. "Estoy condenado pero no estoy fuera", asegura desde su perfil de Facebook.