La Generalitat proyecta un centro de interpretación e incluirlo en el itinerario de lugares de la memoria.

Toñi Villalva se encontraba esta semana echando un vistazo a su Facebook cuando leyó en una publicación del arqueólogo Felipe Mejías que ya habían comenzado los trabajos de identificación de una gran fosa común en el campo de concentración de Albatera donde, en 1939, el franquismo encerró a unos 16.000 presos, muchos de ellos cargos republicanos y artistas, que no habían podido exiliarse en el barco Stanbrook, que partió en la Alicante de la retaguardia. "Me emocioné mucho al verlo y me apresuré a escribir a Felipe para saber más".

Agentes de la Guardia Civil han detenido en Albatera (Alicante) a un hombre de 37 años que al parecer usaba el DNI de un amigo porque tenía una orden de detención y fue sorprendido además en posesión de tres gramos de cocaína y conduciendo sin tener en vigor el permiso. Está acusado de un presunto delito de usurpación del estado civil, un delito de tráfico de drogas y una requisitoria judicial.

El fotoperiodista valenciano Luis Vidal Corella (1900-1959), perteneciente a una familia de fotógrafos, cubrió cómo se montaba el campo de trabajo de Albatera, en la zona de la Vega Baja del Segura en Alicante. Era una construcción que había puesto en marcha en octubre de 1937 el Gobierno de la II República para alojar a los condenados por los tribunales especiales populares y por los juzgados de Urgencia en casos de delitos de rebelión, sedición y desafección al régimen.

Hacinados y vigilados por tropas norteafricanas -los temibles “moros de Franco»-, sin las mínimas condiciones de higiene y con una alimentación limitada a pan y sardinas. Los presos alojados en unas instalaciones diseñadas para 2.000 personas, se cifraron oficialmente en cerca de 7.000, aunque algunos informes los calculan en más del doble. Periódicamente aparecían grupos llegados de localidades cercanas en busca de sus enemigos políticos. Implacables denunciantes escoltados por grupos de falangistas se presentaban en los penales.

Las XI Jornadas en torno al Campo de Concentración de Albatera reunió ayer a decenas de personas en el centro sociocultural de San Isidro para asistir a las diferentes mesas redondas que se habían organizado y para exigir «verdad, justicia y reparación» en el que fue uno de los campos de concentración más duros de España tras la Guerra Civil. Las jornadas, organizadas por la Coordinadora de Asociaciones por la Memoria Histórica de la Provincia de Alicante (Coamhi), estuvieron centradas en las fosas comunes y en los desaparecidos.

Al acabar la guerra y transformarse en campo de concentración llegó a ocupar a cerca de 30.000 prisioneros, de los que murieron varios centenares, además de los que fueron devueltos a sus lugares de origen para ser fusilados. Otros muchos murieron tiroteados por la noche al tratar de escapar.

El campo de concentración franquista de Albatera (Alicante) fue uno de los más crueles e inhumanos que hubo en España tras el final de la Guerra Civil, por lo que algunos lo bautizaron como el “Auschwitz español”. Las condiciones de vida en el campo, que funcionó entre abril y octubre de 1939, eran durísimas.

El secretario provincial de Organización del PSPV-PSOE, Federico Buyolo, ha reclamado al alcalde de Albatera (Alicante), el popular Federico Berná, que se "aplique la misma receta que exige a los socialistas y que cese al único edil encarcelado por el caso Brugal", el actual edil de turismo, Javier Bru, según ha informado en un comunicado el PSPV-PSOE provincial de Alicante.

La zona es a la vez Lugar de Importancia Comunitaria (UE), Zona Especial de Protección de Aves (GV), y suelo no urbanizable protegido según las propias normas urbanísticas de Albatera. Aun así, se pretende legalizar la cantera que hay allí, autorizándole incluso a extraer mediante voladuras, lo que repercutiría fatalmente en los búhos reales y águilas perdiceras que nidifican en el entorno de la cantera.

Llegados desde distintas partes de España y Francia y acompañados por cientos de ciudadanos de la Vega Baja, Ángel, Isidro y Zeika quisieron ayer ofrecer su testimonio en las I Jornadas de Encuentro sobre el campo de concentración de Albatera.