En 2018 las obras de construcción de la autovía D35, en Ostrov, República Checa, revelaron la existencia de una decrépita estructura de madera enterrada y olvidada. Al principio pareció ser una especie de caja de madera negruzca, llena de tierra, pero luego se descubrió que se trataba de un antiguo pozo. Una investigación que se acaba de publicar en « Journal of Archaeological Science» ha revelado que las planchas de madera que se emplearon para construir el pozo proceden de un árbol que se taló hace 7.275 años.