El éxodo hacia las ciudades que durante décadas ha vaciado la España rural da síntomas de empezar a revertirse. Los municipios de menos de 5.000 habitantes han registrado 222.229 empadronamientos desde 2018, cerca de la mitad de ellos provenientes de núcleos urbanos. Desde aquel año, el mundo rural no ha dejado de atraer población, un fenómeno que se aceleró especialmente con la pandemia, y que se ha mantenido en 2021, por lo que se confirma que no se trata de un movimiento puntual derivado de la crisis del coronavirus, sino una tendencia