"No tenemos ningun asentamiento porque nunca hemos ocupado un Estado palestino, porque nunca ha habido un Estado palestino. No somos colonialistas. Vivimos en nuestra propia tierra, nuestra tierra bíblica." Este es Yair Lapid, la "oposición" a Netanyahu, el sionista "moderado", que niega que tengan asentamientos ilegales y reinvidica a Palestina como su tierra biblica. El problema no es Netanyahu, es el apartheid al completo y su ideologia imperialista sionista.

No dejes que el título te engañe. El Diccionario de Lenguaje Global 2009 es un manual práctico para los partidarios de Israel para desviar, evadir y minimizar las críticas a Israel mientras animan a demonizan a los árabes en los debates. Tiene argumentarios para memorizar como “Palabras que funcionan”,“Palabras que no funcionan” y cómo responder/desviar “las preguntas más difíciles” y cómo tratar con “persuadibles”: -Afirme que los palestinos crían a sus hijos para que se conviertan en terroristas. -Utilice con frecuencia las palabras libertad,

La mujer sionista, que apoya a Israel, dice que todos los judíos antisionistas de la Torá deberían ser asesinados en las cámaras de gas, que Hitler debería haberles matado a todos y que cometió un error al no matarles a todos

La mejor respuesta a la propaganda sionista: "¿Por qué los países árabes vecinos no quieren a los palestinos?" Norman Finkelstein : "Estás sonriendo, pero tu estúpida sonrisa no cambiará el hecho de que el argumento que usaste fue utilizado por Hitler para justificar el exterminio de los judíos".

En medio de brutales bombardeos en Gaza, masacres de civiles y bombardeos de ambulancias, en TVE la información del infame @oscarmijallo nos cuenta que a una niña israelí rica le mataron un hámster con una bomba!

Cuando escuches a los sionistas hablar de "terrorismo", recuerda que el Likud (partido de Netanyahu) en Israel fue fundado por Menachim Begin, miembro del Irgun, que la ONU reconoció como organización terrorista. Fue él quien ordenó el atentado con bomba en el hotel King David que mató a 91 personas, entre ellas más de una docena de oficiales británicos. Llegó a ser Primer Ministro.

Cuando Joe Biden se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu y su gabinete de guerra durante su visita a Israel, el presidente estadounidense les aseguró: "No creo que haya que ser judío para ser sionista, y yo soy sionista".

Hank Zenoli, fue un miembro de la resistencia antinazi holandesa, que en el Holocausto ayudó a salvar a niños judios y los escondió en su casa, mientras su padre y su hermano fueron exterminados en campos de concentración. Quien le iba a decir a Hank, que en 2014, quien volveria a matar a su familia no iban a ser los nazis, sino los autodenominados herederos de los "judios" (sionistas) de los que él ayudó a escapar del exterminio en 1943, que masacraron hasta a 6 familiares suyos, de 4 generaciones distintas, en los bombardeos en Gaza.

Una imagen que, según Israel, corresponde a un bebé asesinado durante los ataques de Hamás se está promocionando en las redes sociales como publicidad de pago. La publicación, vista por Newsweek, procede de la cuenta oficial del Estado de Israel en X, antes Twitter, que tiene más de 1,3 millones de seguidores. La cuenta está gestionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí. Newsweek no ha podido verificar la imagen.

Un video ultrafalso del presidente ruso Vladimir Putin anunciando la paz con Ucrania y distribuido en Twitter –ahora X– es uno de los más de 1.200 tuits analizados por investigadores de la Universidad de Cork (Irlanda). Su objetivo es evaluar el impacto que pueden tener estos contenidos manipulados durante los conflictos bélicos.

Según explican los investigadores de un estudio llevado a cabo por la University College Cork (UCC), que se publica en la revista PLOS ONE, las consecuencias de esta intromisión en la verdad son claras para los investigadores: los usuarios desconfían de las publicaciones de las redes, se radicalizan con un bando u otro y dudan de la veracidad de los medios de comunicación. «Llega un momento que dudan completamente de cualquier imagen del conflicto», explican en el trabajo.

La actual fase del largo conflicto armado por la tierra entre Israel y Palestina, en la que ha incursionado Hamás como actor relevante, evidencia las diferencias entre ambas partes. Las disparidades son militares y económicas. También los apoyos diplomáticos y los argumentos históricos para construir un relato persuasivo. Esas asimetrías son tenidas más o menos en cuenta al afrontar un aspecto clave en todo conflicto: el propagandístico.

La traumática historia de Deir Yassin, la aldea palestina situada cerca de Jerusalén que fue invadida, conquistada y vaciada por combatientes clandestinos judíos en abril de 1948, se cuenta a través de testimonios de primera mano de los combatientes judíos que participaron y de los jóvenes que fueron enviados a “fregar” y levantar” a los muertos.

En la primavera de 1933, cuatro personas se reunieron en un andén de la estación de ferrocarril de Berlín, listas para abordar un tren con destino a Trieste, donde debían tomar un barco a Palestina. Lo que hacía inusual a este grupo era el hecho de que estaba compuesto por dos parejas, una judía y la otra nazi, sólo dos meses después del nombramiento de Hitler como Canciller del Reich alemán y su primera legislación contra los no arios. Las dos parejas viajaban con la aprobación tanto del Partido Nazi como de la Federación Sionista de Alemania.

La semana pasada el mundo vio un ejemplo en tiempo real de cómo los periodistas no están siendo francos con sus audiencias sobre la guerra entre Israel y Hamas. Cuando se produjo una explosión en el estacionamiento del hospital Al-Ahli, los medios de comunicación inmediatamente comenzaron a difundir informes del “Ministerio de Salud palestino” de que cientos de personas murieron en un ataque israelí contra el propio hospital. Como sabemos ahora, este relato era tremendamente inexacto en más de un sentido.