"¿Sus hijos comen? Los míos comen de la basura". Sonia Fernández dijo ayer "se acabó". Esta extrabajadora de Mararía, la empresa que hasta hace poco más de un año se encargaba de la ayuda a domicilio en el municipio de Santa Cruz, estalló. Solo con impotencia, asumiendo que no puede luchar con nada más, recriminó a la concejal de Asuntos Sociales, Alicia Álvarez, durante la Comisión de Control que sus hijos coman como ella desde hace dos meses de lo que tiran los supermercados en los contenedores de basura.