Ver ahora en primer plano a Xi Jinping sin mascarilla, es la misiva definitiva que envían desde el trono de Pekín para que el pueblo sepa que se ha ganado la batalla contra el coronavirus. Porque, además de leer estos términos bélicos en los comunicados propagandísticos, la gente quiere ver imágenes. En toda China, desde que el Covid-19 se empezó a extender en enero por Wuhan, siempre ha sido obligatorio el uso de mascarillas en los lugares públicos. Es más, en ciudades como Pekín o Shanghai, quien no la llevara podría ser sancionado y detenido
