Rara vez se ve a un político abucheado por los suyos en el acto de lanzamiento de su candidatura. Como se observa en el vídeo, cuando el candidato de Vox a presidir la Xunta toma la palabra, un grupo de asistentes se levanta y abandona la sala del hotel de Pontevedra, donde tiene lugar el acto, y muestran su rechazo. Gritos de «Fuera, fuera» y «Lárgate». Se cuela incluso algún insulto. Con Abascal presente.

Iván Espinosa de los Monteros está sondeando la creación de un proyecto político para presentarse a las elecciones europeas del 9 de junio. El ex portavoz de Vox en el Congreso busca sumar a otros cargos del PP y Ciudadanos y maneja encuestas que le sitúan por delante de Abascal en la cita del 9 de junio.

El Ministerio Público aprecia indicios de un delito contra altos organismos del Estado y aparca a la espera de la investigación el posible delito de odio

El Ministerio Público pide a la Policía que identifique a los convocantes de las concentraciones ante la sede federal del PSOE, que los socialistas vinculaban en su denuncia con el exabrupto del líder de Vox

Vox ha votado ‘no’ a la reforma del artículo 49 de la Constitución para eliminar la palabra “disminuido” y formular una nueva redacción que aborde los derechos de las “personas con discapacidad” porque, según ellos, lo que se busca es “quitarle visibilidad de las personas de ultraderecha”.

A pastar Abascal, basta ya de fachas que van de cachas, y son pura facha', carcas de la banca sin cultura, que se les pone dura y ni una tanda duran con muchachas [...] Les vi a nada de distancia con sus rancias banderas, ignorancia en pulseras, y con el pecho pa’ fuera ¡Fuera derechos! ¡no hay democracia! en Antena 3 falacias, malicia, codicia, arrogancia

Sectores consideran que la convocatoria de finales de enero es «de dudosa legalidad». Opinan que «con la cantinela de fortalecerse frente a los enemigos de España» realmente lo que se persigue es «fortalecer a los que tienen el poder del partido para consolidar Vox como estructura a su servicio, en definitiva, un golpe de mano a la venezolana», según reza un manifiesto que comenzó a difundirse el pasado jueves y que ha corrido como la pólvora entre las bases. Cargos provinciales critican la deriva del partido y exigen un congreso refundacional.

En apenas dos semanas Vox elegirá a su dirección para los próximos cuatro años y las posibilidades de que el poder recaiga en alguien que no sea Abascal son ahora mismo nulas. El blindaje es total, a pesar de la crisis interna que el partido de extrema derecha arrastra desde hace casi dos años, igual que lo fue en la última asamblea que encumbró al mandamás ultra en 2020.

Ahora mismo, Ortega Smith quiere plantar cara a su amigo Abascal y a Espinosa de los Monteros le tientan con un nuevo partido para las europeas, mientras Abascal se enroca con Méndez Monasterio y los Ariza.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Castellón ha absuelto a una asociación feminista y a su presidenta de los delitos de odio y amenazas contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, en relación a unas pintadas donde se veía el rostro del político con un punto rojo en la frente que simulaba un disparo, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

El polémico muñeco de cartón de Pedro Sánchez que la ultraderecha ha exhibido estos días frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid ya es el principal líder de la ultraderecha, según la última encuesta del CIS difundida este mediodía. «Su figura apaleada representa la voluntad de la derecha más extremista», señala la entidad.

Vox no ha condenado aún el apaleamiento de un muñeco de Pedro Sánchez en la calle Ferraz de Madrid la pasada Nochevieja, durante una concentración convocada por Revuelta, la marca juvenil del partido de Santiago Abascal. Pero hace solo unos meses el partido de extrema derecha y su líder sí pidieron hasta tres años de cárcel para un hombre que colgó de un árbol de Castelló un muñeco con la cara del propio presidente de Vox, representado con un disparo en la frente.

La hazaña de Pedro Sánchez en este 2023 que hoy termina fue impedir que España tuviera un vicepresidente del Gobierno de extrema derecha. El líder del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo no dijo que nombraría vicepresidente a Santiago Abascal, pero tampoco dijo que no lo haría en caso de que ambos partidos sumaran los escaños suficientes. Serlo o no serlo estaba en manos de Abascal, que con toda seguridad no iba a repetir el error andaluz de 2018 de quedarse fuera del Gobierno