Científicos de Yale han devuelto su función a células de órganos de todo el cuerpo de cerdos muertos. Muchas funciones celulares esenciales que ya se habrían perdido sin tratamiento permanecían intactas. Incluso algunos órganos como los riñones, el hígado y el corazón habían recuperado parte de su funcionalidad. La intención de estos científicos no es resucitar a los muertos. Pero sí que pueden ayudar a evitar un gran número de muertes. Y es que, gracias a OrganEx, se puede ampliar muchísimo la durabilidad de los órganos antes de un trasplante.