La construcción de un imaginario, una especie de historia oficial comportó la marginación de movimiento anarquista, el destierro de la hegemonía libertaria y el silenciamiento del hecho de la revolución de 1936, en la que el abuelo de la Chacón participó(...) Quizás sobra romanticismo en buena parte de los historiadores catalanes, como denunciaba Vicens Vives. En el lado hispánico, en cambio, sobran supremacistas. Y sobra todo el concepto teleológico que convierte en creencia la idea de España como unidad de destino.