Pueden verse con claridad marcas con la leyenda “secreto” y “alto secreto”, lo que despeja toda duda sobre si Trump tenía documentos clasificados en el complejo turístico y residencia no protegida en la que vive en la actualidad. Y en un documento marcado como “secreto”, el encabezado indica que el contenido se refiere a la inteligencia de fuente humana. La publicación de la foto se produjo como parte de una presentación de última hora de los abogados del Departamento de Justicia en el tribunal de Florida donde Donald Trump ha demandado

Una mujer, quien afirma ser heredera de una famosa dinastía bancaria europea, visitó el resort de golf junto al mar en numerosas ocasiones y se mezcló con invitados, incluido Trump. La mujer, sin embargo, no era una rica heredera, sino una hija de un camionero de Illinois nacida en Ucrania, y con supuestos antecedentes que la conectaban con estafas de caridad y crimen organizado.

"Cualquier servicio de inteligencia extranjero competente, sea el chino, el iraní, el cubano, y dede luego el ruso, está interesado en tener acceso a Mar-a-Lago", prosiguió. "Lo cual, especialmente considerando la información que va saliendo sobre la total falta de control o de registro sobre quién accede Mar-a-Lago en cualquier momento, particularmente en el contexto del hecho de que parece que había documentos clasificados desperdigados por doquier, y no sólo en la sala de almacenamiento".

"Trump no solo tenía registros clasificados en Mar-a-Lago, no solo tenía registros clasificados de TS/SCI, sino que tenía información clasificada del Programa de Acceso Especial", explicó Moss. "Esos son nuestros secretos más sensibles. Estaban apilados en un maldito sótano". El exfiscal federal Renato Mariotti dijo: "La carta también confirma que Trump estaba al tanto de que los documentos que poseía eran propiedad del gobierno federal y que necesitaba devolverlos a la posesión del gobierno. Batalla muy cuesta arriba para el equipo de Trump".

Simpatizantes de Trump armados se reunieron afuera de la oficina del FBI en Phoenix, Arizona, después de lo que llamaron la búsqueda "ilegal" al registro de los federales a la propiedad de Mar-a-lago