Como hay poemas, hay piemas: textos poéticos que reproducen una parte de la secuencia 314159265358979323846… Algunos poetas ponen punto y final antes de que aparezcan los primeros ceros; otros deciden interpretar ese vacío como palabra de diez letras, o aprovechan para introducir un nada o cambiar de estrofa. En 1996, Michael Keith compone Cadaeic cadenza, una historia corta escrita en Pilish —digamos, por comodidad, pilés— que cubre los 3835 primeros dígitos de π (años después, en 2010, el mismo Keith pulverizaría su marca...