Manolo trabajaba como geólogo, pero con la crisis perdió su empleo. Él y su mujer, María Luisa, estaban dispuestos a emigrar a cualquier parte del mundo donde encontraran trabajo. Tres años después, Manolo trabaja en una empresa con sede en Santiago de Chile. María Luisa, aprende y conoce la cultura del país. Sus dos hijos, Manuel y Emilio, viven en Madrid. .