El gobierno de Ayuso otorga por la vía de emergencia a la empresa de una exconcejala del PP contratos que ya deberían haberse adjudicado por concurso público. A casi tres años de la inauguración del Hospital Isabel Zendal, algunos contratos, como el de la seguridad, siguen adjudicándose por la figura del contrato de emergencia. Una forma de contrato pensado para acontecimientos catastróficos y situaciones de peligros graves. Desde el primer contrato, en noviembre de 2020, le han sucedido 6 renovaciones, todas a dedo y sin concurso público.

La periodista Silvia Intxaurrondo se ha vuelto popular en las redes por sacarle las vergüenzas a los políticos del PP. Después de cuestionar el relato de Javier Maroto, que aseguraba que el Gobierno aprovechaba para exhumar a Primo de Rivera para "expiar la atención" en plena campaña electoral, ahora los tuiteros recuperan una intervención de la presentadora donde pone en tela de juicio la viabilidad del Hospital Isabel Zendal.

La Comunidad de Madrid ha adjudicado en 2022 y 2023 cuatro contratos a dedo por un importe máximo de 26,5 millones por ejercicio para derivar pacientes con coronarivus y necesidades especiales a hospitales privados, de los que el año pasado se gastaron 5,3 millones, el 20% del total.

La tramitación del contrato, por importe de 1.125.212 €, se ha hecho por la vía de emergencia.

Dos de los tres pabellones de este hospital, que se convirtió en la insignia de Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia, se han convertido en una sala de almacenamiento y en un desolador espacio sin vida sanitaria ni de ningún otro tipo. Con una inversión de 170 millones de euros, el triple de lo que se había presupuestado inicialmente, tan sólo una de las tres naves que integran el edificio alberga pacientes. Son 91 en total, para un hospital que se creó con el objetivo de albergar a un total de 1.000 enfermos.

Como viene siendo habitual en estas fechas, los hospitales de toda España han comenzado a colapsarse por el pico de contagios derivados de las enfermedades respiratorias como la Covid-19 o la gripe. Ante esta situación, con la que deben de lidiar todos los servicios hospitalarios, Madrid decidió hace tres días habilitar el hospital Enfermera Isabel Zendal para descongestionar aquellos centros colapsados de pacientes. El plan parecía perfecto, pero, según las enfermeras, no ha funcionado.

El hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal se ha convertido en un pozo sin fondo de dinero público dos años después de su inauguración, pese a tener un número testimonial de pacientes. A día de hoy, según datos de la Consejería de Sanidad, este centro sanitario sin quirófanos, habitaciones, consultas, ni servicio de cocina atiende a apenas 53 personas. El centro suma cada año millones de euros en contratos públicos a dedo pese al fin del Estado de alarma a mediados de 2021 y a ser un hospital sin apenas actividad.