La presión marítima en el sur de la península, con millones de euros invertidos por la Guardia Civil, ha desplazado el problema -y las mafias, que se afanan por el control del territorio-, hacia Catalunya. En la costa catalana los narcodesembarcos no habían sido hasta ahora un problema y no se había trabajado. Los últimos episodios confirman el problema y, al mismo tiempo, confirman que estos desembarques han cogido los Mossos en pie cambiado.