El Ministerio de Seguridad del Estado de Alemania Oriental, conocido como Stasi, espió a sus ciudadanos por más de 40 años. A menudo recurría a sus llamados "empleados informales" (informantes secretos) para que les informaran sobre los movimientos de sus propios colegas, amigos y familiares. Cuando el Muro de Berlín cayó en noviembre de 1989, se ordenó a los agentes de la Stasi que borraran sus rastros y que destruyeran cualquier prueba que revelara los nombres de los informantes, los documentos de las negociaciones con Alemania Occidental,

Este año se celebra el 25 aniversario de la caída del Muro de Berlín. Para celebrar la ocasión, el matrimonio Daniel y Geo Fuchs han localizado y fotografiado el cuartel general de la Stasi, las salas de interrogatorio y sus prisiones.

El temido espionaje de la RDA acumuló millones de fotografías de sus misiones. El artista alemán Simon Menner ha buceado en el archivo secreto de la organización para documentar su forma de actuar. De los casi dos millones de fotografías que duermen en el archivo de la Stasi, la temida policía política del régimen comunista alemán, las polaroids son las más inquietantes. Tanto las cámaras como la película que utilizaban provenían del fisgoneo y del pillaje que los agentes practicaban en la frontera...

En los años 80, fue considerado por la Stasi como su mejor agente de espionaje. James Hall vendió archivos de la agencia estadounidense de inteligencia NSA codificados como alto secreto a la Alemania comunista hasta que el país desapareció. En 1989 fue detenido y condenado a 40 años de prisión. Cumplió la mitad de la condena y, después de salir de la cárcel, desapareció.

Günter Zettl se había olvidado por completo del concurso hasta septiembre 2013, cuando leyó un archivo que la Stasi mantenía sobre él. Allí encontró la postal que la agencia había guardado como evidencia de sus actividades anticomunistas. Como había contestado correctamente, decidió reenviar la postal a la estación de radio que, 45 años después de la competencia original, decidió otorgarle el premio. La historia empezó en 1969, cuando Zettl tenía 18 años y vivía en la pequeña localidad de Waren an der Müritz, en Alemania Oriental

Günter Zettl escribió una misiva a un programa de radio musical, pero la Stasi la retuvo. Casi cinco décadas después la carta ha llegado a su destino, una emisora de la RFA

Cámaras fotográficas espía, micrófonos ocultos en relojes, centralitas telefónicas,... un paseo fotográfico por el interior del museo de la Stasi, la policía política de la extinta República Democrática Alemana (RDA).

La mala gastronomía no hunde un estado pero socava la moral. Entre los muchos padecimientos que afrontaron los alemanes del este debió figurar el menú cotidiano. La krusta (cuadrada y más fina) sustituyó a la pizza; la nudossi a la nutella; la Vita-Cola al refresco del imperio del mal y la soljanka, una sopa rusa con tiras de pimientos, se convirtió en un manjar ideológico.

El Ministerio de Seguridad del Estado, más conocido como la Stasi, fue creado en 1950 con el fin de funcionar como servicio secreto de la República Democrática Alemana. Llegó a tener a 91.000 espías trabajando para ellos además de 300.000 informantes, por lo que se estima que más de seis millones de alemanes fueron observados por la agencia.

Mapa comparativo sobre la cantidad de información recogida por la NSA y la Stasi.

Un antiguo teniente coronel de la Stasi se queda maravillado al leer sobre la red de espionaje de las comunicaciones de la NSA: “Para nosotros, hubiera sido un sueño hecho realidad”(..) Wolfgang Schmidt recuerda que sólo podían pinchar 40 teléfonos a la vez. La mayor parte de su información la obtenían a través de la información que facilitaban los confidentes

En la primera visita de Aznar a Washington tras el atentado de las Torres Gemelas en 2001, cuando en nombre del “atlantismo” ofreció sus servicios -y los de sus conciudadanos-, para apoyar la “guerra contra el terror”, pidió a cambio el sistema informático Prisma. Desde entonces, los servicios de inteligencia españoles pueden recopilar y filtrar todas las llamadas telefónicas y correos electrónicos en el reino –lo que no impidió los atentados del 11-M- gracias a mandatos judiciales secretos autorizados por la Ley del CNI.

Todavía hay gente alertándonos de que estamos yendo hacia una sociedad con Stasi o como 1984. Han perdido el tren por mucho: ya estamos muy pasados del punto de la Stasi o 1984. El sistema que los gobiernos han construido para rastrear, seguir y grabar ciudadanos es algo de pesadilla.[...]El Gobierno no tendrá cámaras instaladas en nuestras casas, pero nosotros sí, y el Gobierno se ha tomado el derecho para usarlas y así espiarnos, entrando en nuestros ordenadores con webcams y smartphones.Alemania se hizo famosa por esto con su Bundestrojaner.

En el interior de los partidos se vive un auténtico estado de pánico. Todos los políticos de cierto nivel tienen miedo a haber sido objeto de espionaje y que los informes referidos a ellos puedan terminar viendo la luz. A modo de broma, con un toque de amargura, se dice "que en Cataluña ya no eres nadie si no te han espiado". Y no sólo hay temor a que lleguen al conocimiento del público los trapos sucios o asuntos privados, legales o no, que les gustaría mantener en la más estricta intimidad.

Gregor Gysi, presidente del grupo Die Linke (izquierda radical) en el Bundestag es sospechoso de haber trabajado para la Stasi hasta 1989.

Más de 20000 reclusos cumplieron sentencia en Berlin-Hohenschönhausen durante los 38 años que permaneció abierta. Ahora es un monumento histórico que recuerda al mundo esta parte oscura de la historia alemana.

Archivistas usan un ordenador llamado ePuzzler para recomponer los archivos de las Stasi que se intentaron romper a mano tras la caída del Muro de Berlín. "Más de 20 años después de la caída del Muro de Berlín, se podría pensar que la Stasi había pasado a la historia. Pero una nueva generación quiere saber lo que la policía secreta de Alemania Oriental hizo a sus padres, y la magia informática está a punto de hacer que sea más fácil de averiguarlo." Traducción del principio en #1

Markus Wolf, el mítico jefe de la Stassi, los servicios de inteligencia de la RDA, era conocido como Romeo. Entre las habilidades de aquel periodista y locutor radiofónico judío, estaba la de formar agentes para que ligaran con secretarias del gobierno de la Alemania occidental y espiar así mejor al enemigo. Tras la caída del muro, Wolf contó muchas cosas pero nunca reveló los nombres de sus colaboradores. No dejo de preguntarme qué narices se impartiría en esas clases de seducción para espías en la República Democrática Alemana.

La vinculación con el régimen de la RDA de Angela Dorothea Kasner, que tras su primer matrimonio adoptó el apellido de Merkel y lo mantuvo en segundas nupcias, es tan estrecha como que parte de su entorno familiar y de sus amigos personales y políticos, los cuales, casi sin excepción, estaban conectados con la Stasi. Así, tienen un rol destacado su padre Horst Kasner; su compañero durante muchos años, Michael Schindhelm; Clemence de Maizière así como sus hijos, Lothar de Maizière y Thomas de Maizière; Wolfgang Schnur; Manfred Stolpe...

El gigante del mueble IKEA utilizó los presos políticos detenidos por la temida policía secreta de la antigua Alemania del Este, Stasi, para hacer sus productos en la década de 1970 y 80, ha sido alegado. Las reclamaciones se emitirá mañana en Suecia por la cadena de televisión de Sveriges Television

Se tambalea de las acusaciones de utilizar presos políticos en la antigua Alemania Oriental para la fabricación de sus productos en los años previos a la caída del Muro de Berlín. Trabajó conjuntamente con la Stasi, la policía secreta de Alemania del Este entre los años 1970 y 1980. Han identificado hasta 65 talleres que fueron utilizados para la fabricación de sus productos y varias prisiones de Alemania.

Para tener localizados a todos los disidentes, o como mínimo sospechosos, la Stasi recolectó su ropa interior, normalmente robándola de los propios domicilios. Así, si el disidente en cuestión se escabullía de la vigilancia, podía rastrearse su paradero dándoles a los perros las prendas para que pudiesen seguir su olor.

El cuartel general de la temida policía política de la ex RDA, la Stasi, abrió sus puertas como museo, mostrando al público su modus operandi: espiar, perseguir y reprimir a la población y a los enemigos del régimen.

El público puede descubrir el cuartel general de la policía política de la RDA desde donde Erich Mielke controlaba a la población, ahora convertido en museo