En el año 2003 se le dio una concesión a la empresa ACS de Florentino Pérez que con un socio francés se hicieron con la concesión para construir una vía férrea de 44 km entre Perpignan y Figueras pero con la exclusividad en el paso de transportes de mercancías. El contrato garantizaba a TP Ferro que hasta que no se superasen los tremendamente ambiciosos tráficos de pasajeros y mercancías, que algunos ya decían que eran imposibles para una vía mixta, no se podría mover una traviesa, ni un rail en el resto de la infraestructura pirenaica.
