El arzobispo emérito de Pamplona y Tudela deja dos titulares periodísticos de primera magnitud. Sobre el aborto, cuya polémica ha desatado el anacrónico proyecto de ley-Gallardón, el nuevo cardenal dice que” las mujeres que abortan quieren quitarse de en medio al hijo para disfrutar de la vida” ¡Terrible! Y, sobre la homosexualidad, mayoritariamente aceptada por la ciudadanía de este país, afirma que “es una deficiencia que se puede normalizar… algo así, dice, como la hipertensión que yo padezco”.