Se estima que nueve millones de mujeres fueron víctimas de un genocidio en Europa y Estados Unidos durante los sigos XVI y XVII, acusadas de brujería. Sin embargo, las brujas no han pasado a la historia por su valor, independencia y sabiduría sino como un icono de maldad y terror, que forma parte de relatos para niñas y niños, películas, literatura y leyendas, que todavía se transmiten de generación en generación.