¿Qué tienen en común Donald Trump, Kim Jong-un y Harvey Weinstein? No, no son unos kilos de más -que también-, sino el poder. Y esto tiene efectos secundarios que los que viven bajo su yugo deben conocer. Dacher Keltner, profesor de Psicología en Berkeley, ha estudiado el fenómeno a fondo y, tras realizar un estudio de 2 décadas con experimentos de laboratorio y de campo, ha concluido que las personas poderosas actúan como si hubiesen hubiesen sufrido un traumatismo cerebral. Se vuelven más impulsivas y menos conscientes de los riesgos.
|
etiquetas: poder , trump , kim jong-un