Dos chavales están reunidos con un fondo de capital riesgo español buscando financiación para su 'startup'. Al acabar la presentación, sus potenciales inversores les acosan con preguntas ¿Y si Google lo hace? ¿Y si la normativa legal cambia? ¿Y si los costes de adquisición suben? Los chavales responden, pero se miran confundidos. Si el negocio no fuese arriesgado, jamás podría ser una buena inversión de capital riesgo.
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