Un peatón encontró un recién nacido en un pueblo en Xianyang, noroeste de China, el 11 de mayo pasado. Otra mujer que pasaba por allí, y que había sido madre recientemente, al percatarse que el pequeño estaba hambriento, se ofreció voluntaria para amamantarlo. Relacionada
fj.people.com.cn/n2/2016/0513/c337011-28326125.html