Pasan los meses y los años y la cuestión de los quitamiedos permanece desatendida sobre la mesa del Ministerio de Fomento. Gobiernos de muy diferente signo político adquirieron el compromiso de suprimir este error histórico para acabar incurriendo en el más absoluto incumplimiento. Mientras, el problema persiste ahí fuera. En cada curva, en cada recta está presente una amenaza real que solo la voluntad política puede resolver. Pero, la inacción no evita el aumento del registro de pilotos mutilados o fallecidos al chocar contra un guardarrailes.
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