El juzgado que investiga la trama que vendía jamones en mal estado ha ordenado la destrucción de 100 Tn. de carne fresca y congelada halladas en una nave de Plasencia. De acuerdo con el sumario, la carne pertenece a la empresa Porkytrans, con sede central en Murcia y presencia en Madrid y Extremadura. El propietario, Andrés Narváez, se ha negado a asumir el coste de la destrucción y asegura que es víctima de los funcionarios de la Junta de Extremadura, "que solo aparecen por ciertas naves cuando van a buscar sus jamones de regalo".
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