En primer lugar, están los más de 2.000 millones en activos fiscales diferidos, procedentes del Popular, una cantidad que el gobernador, Luis María Linde, en sede parlamentaria, aseguró que eran como “bonos del Estado”. La cantidad total superaba los 4.000 millones de euros pero la mitad de ellos eran monetizables. Un dinero, en suma, que el Santander se ha embolsado por una adquisición, la del Popular, por la que pagó un euro.
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