Más allá de la guasa, todo este ruido virtual certifica que sí existe cierta voluntad o ganas por cambiar las normas y abandonar ese saludo amistoso que dicen implantaron los soldados romanos (osculum, o beso en la mejilla) hace ya muchísimo tiempo. Que algo se cuece para erradicar ese ritual de carácter no sexual o romántico y evolucionar hacia nuevas estrategias sin tener que replegarnos hacia lo viejo conocido.
|
etiquetas: mascarilla , hombres , besos , desconocidos , covid , costumbre