Pero el dinero es cobarde y, además, a los empresarios no se les vota y en un país de envidiosos como es España, el empresario está mal visto. Pero, en cualquier caso, como las conspiraciones tienen que tener cara y ojos, y aunque en el proscenio figura Garamendi, los directores de la asonada son la presidente del Santander, Ana Botín y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, a los que Sánchez citó, con olímpico desprecio, como señal de lo que no se debe hacer.
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