“Es el filibusterismo aplicado a la política española”, confirma un diputado socialista con amplia experiencia parlamentaria. “Toda la vida ha habido un uso político de las preguntas parlamentarias, pero mucho más puntual y justificado. Esto es un intento de saturar la Administración”, considera. De hecho, desde el Ejecutivo trabajan con la sospecha de que la formación de Abascal emplea algún tipo de programa informático para automatizar sus peticiones al Gobierno.
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