La violenta agonía de una estrella cercana alteró su sistema planetario de tal forma que la enana blanca resultante absorbe escombros tanto del interior como del exterior del sistema. Los hallazgos se basan en un análisis de materiales capturados por la atmósfera de G238-44, una enana blanca a unos 86 años luz de la Tierra, utilizando datos de archivo del Telescopio Espacial Hubble y satélites y observatorios adicionales de la NASA.
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