De nada sirvió su declaración de inocencia, las dudas de los testigos y la ausencia de pruebas incriminatorias. Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart fueron condenados a cadena perpetua. Pasaron los años y se hicieron adultos en prisión, pero Chestnut nunca tiró la toalla. El 25 pasado de noviembre, tras 36 años de prisión por un crimen que no cometieron, quedaron exonerados
|
etiquetas: cárcel , inocencia , baltimore