Es ley de vida. Todos nos hacemos mayores. Hasta los ídolos de nuestra infancia. Justin Bieber, algún día, también envejecerá, y no sabemos qué aspecto tendrá. Tal vez se convierta en un hombre atractivo, pero también puede que los años de excesos acaben pasando factura, que la genética se cobre su precio con su cabello o que demasiadas hamburguesas acaben con su tipito.
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