Kafka se hubiese entretenido muy a gusto en Lanzarote. Seguro que Larra también. Seguro que en muy pocas partes del mundo, un funcionario público se levanta por las mañanas, coge su coche y en lugar de ir a la administración pública en la que trabaja (más bien, cobra) se desvía por la LZ1 para trabajar en una entidad privada. Así, un día, dos días, un año, dos años, diez años, veinte años.
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