Sería hipócrita pensar que el cabreo existente es de ahora. Si se abren y regulan todos los archivos, se sabrá mejor la larga y paciente acumulación de causas que lo han provocado. Julio Llamazares traía a colación el pasado día 6 (en El País) una interesante interpretación de cómo el lenguaje no suele servir demasiado a la comunicación veraz. Los historiadores de la Camorra italiana parecen coincidir –recordaba- en cómo esta organización surgió para defenderse de los ocupantes españoles del territorio durante casi trescientos años.
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