Imagínate un coach o un psicoanalista que te prescribiera dejar de pensar en ti mismo y centrar tus esfuerzos en hacer cada día algo positivo por tu pareja y por cada uno de tus amigos y compañeros de trabajo. Que te orientara a evaluar la forma en que cuentas tu vida y defines tus objetivos, no solo por lo útil que te resulta a ti, sino por lo útil que es para la gente que quieres y para las personas a las que afecta en general. ¡¡Un desastre!!
|
etiquetas: autoayuda , psicología , coaching