Un estudio científico demuestra que los "breastaurants" tienen un coste importante en la salud de sus empleados. Las mujeres que trabajan en estos locales se encuentran en un gran riesgo de problemas de salud mental- desde la depresión hasta la vergüenza corporal. Se encontró que los "ambientes que fomentan la cosificación sexual" están fuertemente ligados a la "internalización de las normas culturales de belleza y depresión", así como baja satisfacción laboral. Cuanto menos tajantes se muestren ante situaciones de acoso, mayor es la propina.
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