Los ciclistas llegan jadeando al alto, se paran, apoyan la bicicleta en la pared del santuario, se quitan el casco y entran caminando con la torpeza de sus zapatillas con calas. Entran a la ermita de la Madonna del Ghisallo, construida quinientos metros por encima del lago de Como, en un paso legendario del Giro de Lombardía y del Giro de Italia, que este sábado tuvo su primera etapa.
|
etiquetas: ciclismo , giro , italia