Mamadou se decide a contar su historia mientras su padre blanco, Valentín, prende leña en el horno de piedra para cocinar pan casero. Acaba de escuchar que otro cayuco con 72 personas, muy parecido al que le trajo a él a Canarias hace 13 años, ha sido rescatado un par de horas antes en Arguineguín, a unos kilómetros de allí, y no hay duda de que está triste. "Tenemos que parar esto", zanja su amigo Souleymane.
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