Se determinó que el hombre estaba alcoholizado y mientras la mujer se encontraba en la habitación junto con los menores, el acusado ingresó al dormitorio y le exigió a su pareja que leyera un mensaje que le había llegado a través del WhastApp. Cuando la mujer estaba próxima a tomar el aparato, la tomó a golpes de puños en la cabeza. Fue allí cuando los chicos salieron corriendo a la calle. La mujer aprovechó que su ex tomó el teléfono para hacer una llamada y salió corriendo de la casa. Buscó a sus hijos y se refugió en la casa de su hermana.
|
etiquetas: menores , pedir , ayuda , violencia , género , argentina