Se trata de una ballena de unos ocho metros de largo, que apareció flotando muerta boca abajo cerca de los pantalanes destinados a las embarcaciones menores. Ante el hallazgo, los responsables de la Esengra dieron aviso al 112, el centro de coordinación del puerto, la Estación de Bioloxía Mariña y la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA)
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